Se han fijado ustedes que entre tanta marcha, flash mod y performances, siempre hay agentes culturales apoyando o generando estas actividades (muy loables por lo demás). El origen de esta columna ocurre cuando una amiga muy querida me dice: “¿Oye, si nosotros hubiéramos estado haciendo estas cosas para el golpe, nos habrían matado?”, yo le respondí que tal vez, que todos los sistemas opresores (del lado que sean) odian a los artistas, a los que piensan libremente y a los que generan cambios en los sistemas. Pero los tiempos cambian, la tecnología nos hace pensar en una suerte de seguridad y en que estas cosas no ocurrirán más en nuestro país, pero lamentablemente a muchos poetas, artistas, actores, los mantienen con sus cuentas de las redes sociales intervenidas (es cosa de poner algo medio insidioso y a ver que pasa). La cosa es simple, hay que actuar a conciencia y si esa conciencia nos dice que debemos marchar, hacer intervenciones, lecturas, presentaciones de obras que llevan a cuestionarse el sistema, entonces habremos roto un poco el cortinaje que cubre las pocas ventanas por donde podría entrar algo de luz a la sociedad. Al final la razón de ser artista no solamente es hacer algo “bonito”, sino que también, señalar el camino, para que dejemos de mirar el dedo que apunta la luna, para poder disfrutarla todas las noches. Aprovecho la oportunidad para felicitar a las personas que participan de estas marchas, sé que lo hacen con sinceridad y pensando, anhelando un mundo mejor, tal vez solamente baste eso, que más personas queramos lo mismo y trabajemos por ello. Pero eso se ve con hechos y no con palabras más bonitas que las de esta columna buena onda.
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